En septiembre de 2017, la sonda Cassini se desintegraba en la atmósfera de Saturno. Mientras lo hacía, seguía enviando información a la Tierra. Puro glitch. En algún laboratorio fotográfico, líquidos químicos revelan imágenes tomadas por seres humanos y dejan rastros en la película. Pura abstracción. En el espacio, la luz se abre camino. Frecuencias electromagnéticas cargadas de imágenes. Pura información.

Observar el universo es dejarse impresionar por un tiempo pasado, lento. Una luz que transporta información y permite el futuro construirse sobre los fotones del pasado. En el presente, la materia se transforma con la luz y lo registramos todo. Todo. Representaciones momentáneas del estado transitorio que toda materia está sujeta en su devenir. Imagen también como materia, que se degrada, sedimenta hacia el pasado en soportes que pretenden durar. Huellas dispersas y rastros incompletos, líneas temporales que se abren y se arremolinan. Se entrelazan en el tiempo y en la visión. Aparecen para desaparecer.

Ese fulgor es una exposición que reúne obras de Pedro Torres, acompañadas por obras de la Colección COFF. El proyecto es una reflexión sobre la imagen como mediadora de nuestra relación con el entorno y como mecanismo de percepción temporal. Utilizando varios medios y soportes basados en la imagen, las obras invocan desde la abstracción o la supresión de la imagen hacia la pura luz o imágenes muy concretas, pero vistas como resquicios. Las imágenes aquí aparecen como un fulgor, tan necesario como extraño, que descoloca la mirada. Aunque un extrañamiento que, rápidamente, somos capaces de asimilarlo, porque siempre lo hacemos: miramos hasta extenuarnos.

Esta muestra, enmarcada en el programa de FOTONOVIEMBRE 2023, sección Artistas en Selección del TEA Tenerife Espacio de Artes, podrá disfrutarse desde el 17 de noviembre hasta el 21 de enero de 2024 en la sala de exposiciones de la Fundación MAPFRE Canarias en San Cristóbal de La Laguna.