A toda costa
18.SEP.2020 ──────── 6.NOV.2020
Holiday world
Fotografías con tintas pigmentadas sobre papel satinado premium RC. 42,2 x 63
Francisco Macías González
Exposición
18.SEP.2020 ── 6.NOV.2020
Dónde
Ponce de León
Calle Castillo, 6
35001 Las Palmas de Gran Canaria
La exposición A toda costa, de Francisco Macías González, describe algunos aspectos de las transformaciones que se han ido produciendo en el litoral durante las últimas décadas, causando daños irreversibles al funcionamiento natural y al valor social de la costa. Y denuncia que las alteraciones de estos paisajes, tan frágiles y apetecidos, siguen avanzando aceleradamente en la actualidad, impulsadas por múltiples y poderosos intereses.
La muestra está compuesta por tres series fotográficas, con un total de 32 imágenes y un vídeo de 5 minutos de duración.
La primera serie, Contra Natura, muestra las obras abortadas, arruinadas o prepotentes que proliferan en la costa, haciéndola parecer el escenario de una batalla que se libra entre las fuerzas de ocupación y la naturaleza, que se defiende. La segunda, Low cost Paradise, documenta la apropiación del espacio público que se produce en los asentamientos ilegales, y la personalidad de sus ocupantes, que queda reflejada en las soluciones precarias e imaginativas que adoptan. Y la tercera, Holiday world, expone la uniformidad y la incitación al consumo de los espacios creados para el turismo de masas.
El cortometraje A Toda costa revela cómo el proceso de artificialización de las costas canarias ha dañado valiosos ecosistemas y ha destruido paisajes insustituibles. Contiene secuencias reales y animaciones realizadas sobre fotografías aéreas históricas de alta resolución, obtenidas de servidores web institucionales de libre acceso.
Low cost paradise
Fotografías con tintas pigmentadas sobre papel satinado premium RC. 42,2 x 63
Francisco Macías González
Holiday world
Fotografías con tintas pigmentadas sobre papel satinado premium RC. 63,3 x 42,2
Francisco Macías González
Francisco Macías, geógrafo e ingeniero civil, master universitario en gestión de la costa.
Durante su trayectoria profesional y académica, el autor ha estudiado las transformaciones antrópicas recientes del litoral de las islas canarias. En el año 2017 presentó su tesis doctoral, en la que investigó la problemática de los núcleos turísticos costeros.
En la actualidad imparte docencia en la ULPGC.
Resulta difícil hablar de las sensaciones que tenemos cuando miramos al horizonte, cuando olemos las algas, cuando oímos las olas, o cuando tocamos la arena. La costa nos atrae porque en ella está lo inexplicable, lo desconocido y lo incontrolable. La naturaleza.
Sin embargo, los cambios que se están produciendo en el litoral tienen poco que ver con nuestras sensaciones o con nuestros sentimientos. Sobre las costas confluyen muchos intereses, pero son los agentes más poderosos, poco sensibles a planteamientos sociales o ecológicos, quienes están dirigiendo un proceso que las está desvirtuando, destruyendo y privatizando.
En esta exposición se presentan cuatro ensayos que tratan solamente algunos aspectos de una problemática que es muy compleja. También podría haber sido interesante, por ejemplo, reflejar que la población mundial se ha duplicado en los últimos cincuenta años y que más de la mitad vive al lado del mar. O mostrar cómo el cambio climático potenciará en las costas unos peligros que afectarán especialmente a los sectores sociales más vulnerables.
«A toda costa»
Las transformaciones irreversibles que se han producido en las costas de las islas Canarias en las últimas décadas, responden a un proceso de ocupación especulativo y expansionista que ha sobrepasado la limitada capacidad de acogida del territorio y continúa avanzando aceleradamente.
El litoral se está convirtiendo en una banda continua de hormigón y de asfalto, originada principalmente por el crecimiento urbano de las zonas residenciales, comerciales e industriales; por la multiplicación de los núcleos turísticos y de sus equipamientos asociados (puertos deportivos, campos de golf y playas artificiales); y por la ampliación de las infraestructuras (de los puertos comerciales, las carreteras y los aeropuertos).
La costa se valora simplemente como un suelo, que permite obtener rentabilidades económicas altas e inmediatas. El paisaje se desaprovecha y se degrada gratuitamente, dilapidando su patrimonio natural y cultural. Se alteran los procesos ecológicos básicos; se destruyen las playas y las dunas por la modificación de los flujos sedimentarios; se potencian las inundaciones al ocuparse los barrancos; y se toleran los vertidos de aguas residuales al mar, que ponen en peligro la salud humana y el funcionamiento de los ecosistemas marinos.
La corrupción urbanística enriquece a unos pocos a costa del patrimonio común, mientras los principales medios de comunicación defienden a ciertos empresarios, que se quejan de las «trabas burocráticas» que les impiden realizar inversiones «que traerán riqueza y empleo».
Contra Natura
Algunas veces, la ocupación implacable se ve frenada por una crisis económica o por alguna decisión judicial, y quedan expuestos los esqueletos de los edificios sin concluir.
Podría parecer que la naturaleza se defiende por sí misma de la agresión, arruinando con perseverancia lo que se va construyendo.
«Holiday»
Los espacios diseñados para el turismo de masas siguen modelos estandarizados que originan lugares vacíos, ajenos y uniformes. Parques temáticos edulcorados, de fácil lectura, sin relación alguna con el lugar ni con las personas que lo visitan. Las referencias a la identidad local, cuando existen, se limitan al uso banal de sus símbolos, como simples ingredientes de estrategias promocionales.
«Low cost Paradise»
Se rebelan contra un sistema que les impide disfrutar de la costa como hacen otros, que pueden pagar por un apartamento o por una vivienda al lado del mar. Todo se levanta rápidamente, para tener un techo. Si es posible en un lugar salvaje, recóndito y solitario. Algunas veces tienen que hablar con el guardia o con el alcalde, pero el tiempo juega a su favor y, normalmente, todo sale bien. Poco a poco se va buscando más comodidad y comienzan a llegar vecinos. A pesar de la anarquía la gente se organiza a su manera. Todo se tunea con imaginación y se van buscando soluciones prácticas y originales, aunque no siempre se encuentren. La personalidad de cada cual queda tan expuesta que uno se siente cohibido, un intruso que fotografía estos lugares que han dejado de ser públicos.
Fotografía y texto de Francisco Macías González
Contra natura
Fotografías con tintas pigmentadas sobre papel satinado premium RC. 42,2 x 63
Francisco Macías González
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